jueves, 21 de octubre de 2010

Intentando adaptarme

Hola otra vez. Llevo ya bastante tiempo en España y creo que voy acostumbrándome a su forma de vida. Todavía me cuesta un poco entender todo lo que los profesores hablan en clase, ya que en mi país utilizamos otro tipo de palabras.
Es un estilo de vida diferente al de mi pueblo. Siempre que paso por algunas calles de Madrid pienso en este hecho. Todo el mundo tiene prisa, hay demasiado ruido, no hay lugar para la tranquilidad y la relajación: aunque tu te pares, la ciudad sigue avanzando, sin percatarse de tu existencia, arrastrándote con ella.

En mi pueblecito todo era muy distinto: la gente caminaba con tranquilidad por las calles de arena, saludando a cualquier persona con la que se cruzaban, todo era una gran familia. No había lugar para un mal gesto ni una mala contestación, todos nos conocíamos y nos ayudábamos.
Recuerdo que cuando era pequeño, solía jugar con mis amigos en la calle, mis padres no se preocupaban de que estuviera solo. En cambio, en Madrid, es muy peligroso dejar a los niños solos en las calles; puede ocurrir cualquier desgracia.

También me ha sorprendido en qué emplean el tiempo libre mis compañeros de carrera. A mí me gusta leer un buen libro, ir al cine, pasear por el campo o caminar solo pensando...

Sin embargo, aquí en España parece que lo normal es hacer una cosa que se llama "botellón", que parece ser que es irse a un parque o en la misma calle y beber alcohol hasta que no quieres más o, sencillamente, no puedes más. No entiendo esa forma de diversión. Según me han contado, lo normal a esta edad es hacer eso: hacer botellón, irse de fiesta, salir por la noche...

Pero pienso yo, ¿quién ha impuesto esta "moda"? ¿Por qué la sociedad tiene que moldearme de esta manera?

¿De verdad tienen derecho a decidir el rumbo de mi vida?

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