“El día de hoy no se volverá a repetir. Vive intensamente cada instante. Lo que no significa alocadamente, sino mimando cada situación, escuchando a cada compañero, intentando realizar cada sueño positivo, buscando el éxito del otro, examinándote de la asignatura fundamental: el Amor. Para que un día no lamentes haber malgastado egoístamente tu capacidad de amar y dar vida” (John Keating - El club de los poetas muertos) 
Adiós. Quizá, hasta pronto. Palabras tristes, cargadas de sentimiento, pero, a la vez, llenas de ilusión y esperanza.
Éste es el fin, la despedida, el adiós... llamadlo como queráis. Pero, lo que es seguro, es que es la última entrada, la última página, mis últimas palabras.
He decidido terminar aquí este blog que me ha acompañado durante varios meses, que me ha servido para plasmar mis reflexiones y sentimientos más profundos, que me ha hecho recobrar la alegría y la ilusión al leer los comentarios de aquellos que me mandaban sus fuerzas...
Os preguntaréis entonces cuál es la razón por la que mis dedos están presionando por última vez cada letra de mi teclado... es sencillo: este blog ya ha cumplido la función para la que fue creado, ya me ha aportado todo lo que necesitaba.
Comencé esta iniciativa buscando alguien que me escuchara: ya he encontrado esas personas que me escuchan. Comencé esta iniciativa buscando un lugar donde sentirme a gusto: ya he encontrado ese lugar donde sentirme completamente feliz. Comencé esta iniciativa buscando sentirme yo mismo: ya he encontrado el lugar donde puedo ser yo mismo y las personas con las que no tengo que ocultar mi verdadero yo.
Si he encontrado lo que buscaba en la realidad, ¿por qué seguir tras la pantalla del ordenador?
He comenzado mi adiós con un pequeño texto, unas líneas en las que creo que se describe perfectamente la forma en la que debemos vivir.
No debemos desperdiciar la vida, debemos aprovechar cada minuto y cada segundo, porque cada instante de nuestra vida es único y especial; debemos escuchar y mimar a cada persona, porque cada persona es única y especial.
Empecé este viaje con miedo e inseguridad, temeroso ante lo que me podía encontrar en un mundo que no conocía. Pero me he dado cuenta que el miedo a lo desconocido no sirve de nada, me he dado cuenta que merece la pena luchar por aquello que uno desea, me he dado cuenta de la cantidad de "héroes desconocidos" que pasan desapercibidos en la sociedad, me he dado cuenta que a las "personas" aún nos queda mucho camino para ser considerados totalmente personas, me he dado cuenta de tantas cosas, unas buenas y otras malas...
...me he dado cuenta que este viaje no ha sido más que...
"UNA PUERTA A LA REALIDAD"
