lunes, 25 de octubre de 2010

¿El racismo, reflejo del pasado?

Hola de nuevo a todos. Durante este mes que llevo en España, he vivido varios episodios de racismo y xenofobia, no sólo hacía mí, sino también hacia otros inmigrantes como yo, que me han hecho reflexionar sobre el papel de la inmigración en esta sociedad.
¿Qué puede aportar un inmigrante sudamericano como yo a la sociedad española? ¿Cómo afecta esta inmigración a la sociedad?
Esta es la primera entrada de una serie de ellas referente a la inmigración, la emigración y la posición que nosotros, los inmigrantes, tomamos en este fenómeno tan expandido en la actualidad, así como la relación existente entre España y el continente americano.
En primer lugar, es necesario nombrar un hecho tan importante históricamente como el descubrimiento de América, la colonización del continente.
Desde mi punto de vista, la expansión del Imperio Español durante los siglos XV, XVI y XVII, ha traído alegrías y desgracias al continente americano. Alegrías porque éramos un cúmulo de poblados indígenas a los que los colonizadores trajeron innovaciones técnicas, su cultura, su lengua, sus costumbres; toda una serie de avances que permitieron al continente crecer y desarrollarse.

Sin embargo, los españoles fueron también con una actitud de conquista: esclavizaron a los indígenas, robaron sus recursos, utilizaron el oro en su provecho y lo llevaron a Europa... Toda una serie de barbaridades que las alegrías no consiguen ocultar.
Por ello, es posible que el racismo hacia nosotros sea una forma de sentirse superiores, en consonancia con sus antepasados colonizadores. Sin embargo, yo creo que esta forma de discriminación deriva del desconocimiento, la inseguridad y el miedo hacia lo desconocido.
Hay que eliminar los prejuicios presentes en las personas, nacionales y extranjeros, y luchar por que el presente no sea el espejo del pasado sobre el que se refleje el futuro.

¿Pensáis que este racismo puede estar relacionado
con estos hechos del pasado?

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