viernes, 12 de noviembre de 2010

La jungla

Nikolai caminaba por aquella ciudad nueva para él. Al igual que otros muchos, acababa de llegar procedente de su país, en busca de nuevas oportunidades y un futuro mejor.

Como todos los días desde hacía mucho tiempo, Nikolai se levantó temprano esa mañana para recorrer su nuevo hogar, buscando un trabajo con el que sobrevivir en aquella jungla.
Jungla. Ciudad. Como si alguien hubiera apretado un botón con el que lo cambiara todo, Nikolai se encontró caminando entre la densa vegetación de una frondosa jungla, apartando de su camino las lianas y ramas que colgaban a su paso.
¿Qué ha pasado? ¿Dónde estoy? Se preguntaba Nikolai. Avanzando por la desconocida jungla, Nikolai se topó con varias fieras que se atacaban unas a otras, venciendo las más fuertes, vencidas las más débiles. En sus ojos pudo distinguir un brillo humano y le dio la sensación de haber conocido esa misma mañana a esas "fieras".
No le dio tiempo para pensar. Petrificado, Nikolai no pudo hacer más que quedarse parado, mirando con terror cómo una de las fieras se abalanzaba sobre él, tirándole al suelo, atacándole, desgarrándole la ropa con sus garras, mordiéndole con sus colmillos...
Nikolai se despertó sobresaltado, entre sudores. Se encontró sentado en su cama, la cama de su nuevo hogar. Todo había sido una pesadilla, pensó aliviado...

¿No creéis que, en ocasiones, la sociedad es una jungla
en la que nos devoramos unos a otros?

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